Sobre collares y otras cosas...

En la colección de este Otoño 2014  me he lanzado sin freno con los collares, ¿porqué? pues entre otras cosas, es una tipología que me da muchas libertades y que hoy regresa con fuerza por las mismas razones que en los dorados años 20, porque adorna con un toque cualquier look, son cómodos y divertidos de llevar. Sobre todo me refiero a los que se empezaron a llamar a finales del s. XIX collares sautoir (en  francés  para quien lo haga bien) maxicollares que rompieron las normas (aunque yo me he contenido un poco en el largo) versátiles, que se podían  poner de mil maneras, con una pieza de peso destacada y una importante caída y movimiento.
Es interesante saber que según la medida clasificaríamos así :


Lo que aquí llaman collar se llama normalmente collar de perro o pescuezo, pero no resulta demasiado comercial así que se suele englobar en gargantilla o collar, son esos pegaditos a la garganta. Se supone que unos son más adecuados para unos escotes que para otros, yo sobre eso me abstengo, soy algo anárquica para esas cosas. También hay quién considera que el collar cuerda y sautoir es el mismo, yo no estoy de acuerdo, me explico: primero suelen ser un poco más largos, segundo con distintas opciones: que se coloque largo suelto, en varias vueltas, en gargantilla puesto de lado pasando un brazo (bueno los míos no llegan a tanto, pero no me lo tengáis en cuenta).
En resumen un collar que sea un poco más que un collar y por supuesto que supere la atura del pecho.
Hay mil tipos de collares y estos son los que yo hago...

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